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Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo

2/3/2021

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La Imagen de esa milagrosa Virgen denominada: «Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo» a partir de 1542, fecha aproximada, es sin duda alguna, representación de la Inmaculada Concepción.

Antecedentes de Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo

Nosotros la describiremos como una «muñeca«, la más bella de todas las creadas por la mano del Hombre.

El Hermano Nectario María, preocupado historiador mariano y quien escribió hasta la fecha, obra mejor documentada al efecto, señala: … «La Milagrosa Imagen del Valle de Margarita se venera en Venezuela desde los albores del descubrimiento y conquista, por cuyo motivo, cual reliquia sagrada de los primitivos pobladores del Oriente del País, sin discontinuidades ha llegado hasta nuestros días»…..

Estilo similar al español del siglo XVI

En resumen: la Virgencita del Valle es una representación de la Purísima como solían hacerla en España hasta el siglo XVI.

Si la contemplamos como gran Señora en su trono, podemos apreciar que está vestida con un ropaje riquísimo (cada vestido de Nuestra Señora es donado por los fieles devotos y con un valor aproximado de Bs. 40.000,oo). Apreciamos un rostro bello, algunos poetas dicen que tiene los ojos entornados.

En círculo de amigos oí el comentario de que la Virgen del Valle en algunos días aparece sonreída y en otros, con el rostro triste y mirada nostálgica.

Volvemos al Hermano Nectario María, para completar la descripción de la Sagrada Imagen: «El piadoso remero, al postrarse ante la peregrina Imagen de la Virgen del Valle, siente el influjo de la celestial pureza que reflejan el dulce mirar y candoroso semblante de la joven y divina Doncella que, con manos juntas, parece estática, oír la voz del Angel saludándola como «La Llena de Gracia» y anunciándole la gran nueva de la Encarnación del Verbo en sus castos y virginales senos, atraídos por el brillo y pureza de su limpia e Inmaculada concepción, privilegio sin igual, que en la prole de concebir por obra del Espíritu Santo, al Verbo Eterno, al Dios humanado…»

Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo

Llegada de la imagen de Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo a Cubagua

No se ha establecido una fecha exacta de la llegada de la Sagrada Efigie a la caribeña Isla de Cubagua; se estima que pudo ser antes de 1530.

El Padre Francisco de Villarcorta, fundador de Porlamar, como Vicario de la Isla de Margarita, fue el encargado de bendecir y entronizar la Venerada Imagen en la Parroquia de Santiago de la Nueva Cádiz.

Apunta el Hermano Nectario, en la obra: «Un Gran Santuario de Venezuela, la Virgen del Valle de Margarita».

«Tampoco conocemos el año del traslado de la Imagen, desde la Nueva Cádiz para la Isla de Margarita, pero presumimos hubo de ser, a más tardar, el año de 1542 cuando se pasaron para aquella Isla gran parte de sus vecinos, llevándose consigo las cosas de su propiedad.

Unos vecinos se llevarían entonces la Imagen de la Purísima, con otros efectos de la Iglesia cubaguense, para el Valle del Espíritu Santo y la depositaron en la ermita que desde muchos años antes existía en aquel lugar».

Aquí comienza, pues, la Historia de la que, a partir de ese año de 1542 se llamaría: «Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo».

El Valle y Porlamar están unidos por la Partida de Bautismo, antes de ser Pueblo de la Mar se llamaba Villa del Espíritu Santo.

Real Cédula de 3 de noviembre de 1536

Copiamos textualmente de la Real Cédula del 3 de Noviembre de 1536:

«En la Isla de la Margarita, que es en las nuestras Indias del Mar Océano, se ha hecho un pueblo junto a la mar, el cual, Francisco de Villacorta, protector de los Indios de ella, le ha llamado e intitulado La Villa del Espíritu Santo y hecho en él una Iglesia, la cual ha llamado e intitulado de la Advocación de la Madre de Dios, la cual todo pasó en veintiséis días del mes de marzo de este presente año de la data de ésta nuestra carta».

Traemos esto a colación para demostrar que tanto Porlamar como El Valle del Espíritu Santo, deben unirse en la celebración de las «Bodas de Diamante», los 75 años de la Coronación Canónica de la Virgen que está en el Valle por las razones expuestas: el Padre Francisco de Villacorta, fundador de la Villa del Espíritu Santo, fue el Sacerdote que bendijo y entronizó la Sagrada Imagen de la que hoy veneramos como Virgen del Valle.

Son dos fechas de gran trascendencia para estos núcleos que integran el Distrito Mariño: los 450 años de la fundación de la Ciudad Marina y el 75°. Aniversario de haber sido Coronado Canónicamente la Madre de todos los Margariteños y Orientales: la Virgen Santísima, Nuestra Señora del Valle.

Los actuales Concejales del Distrito Mariño, deben revivir esta inscripción: «Virgen del Valle, eleva hasta el trono de Dios tus ruegos por nosotros y derrama tus bendiciones sobre este pueblo que lleno de respeto, amor y veneración se prosterna a tu paso.

El Concejo Municipal del Distrito Mariño, de hinojos ante la Reina de Cielos, invoca su protección para esta ciudad, que todo lo espera de su bondad y gracia».

El post Nuestra Señora del Valle del Espíritu Santo se publicó primero en Camino Neocatecumenal. Noticias y cantos del Camino. Oraciones a la Virgen..

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Fray Bartolomé de Las Casas y su relación con Venezuela

2/2/2021

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Queremos limitarnos a la relación del P. Fray Bartolomé de Las Casas con Venezuela. Es evidente que no podemos silenciar una visión panorámica de este auténtico signo de contradicción.

Fray Bartolomé de Las Casas, desde un punto de vista venezolano

Analizaremos las reflexiones de cómo fue y de qué repercusión tuvo su obra, siempre desde un punto de vista de su interacción con Venezuela, reflexionando desde una perspectiva venezolana.

Fray Bartolomé de Las Casas y su relación con Venezuela

Fray Bartolomé de Las Casas, ¿cómo era?

Es una piedra de escándalo.

Es una bandera tremolada por vientos contradictorios.

Es un personaje mítico, se quiera o no.

Es una «leyenda», negra y blanca.

Es un itinerante detrás de logros espirituales que se le califican de utópicos.

Se le aplican criterios modernos y le acomodan calificativos nacidos de una postura premeditada, tomando como base detalles, hechos o cifras magnificadas por el fraile.

Es un estandarte que se enarbola y se le quema.

Escribe con bisturí en forma de pluma.

El crítico de hoy no ha pasado por las penurias del escritor de ayer.

El crítico de hoy tiene a disposición mil legajos que los mueve a su antojo y desvirtúa la posible realidad contada en los escritos. Es necesario utilizar «todos» los documentos.

No se explica uno el por qué, para unos datos es digno de crédito y para otros no.

Sin ser el «inventor» del «problema de los negros» se le da la paternidad incondicional. Los que tal hacen desconocen las fechas de 1505 y el nombre de Ovando.

Quienes escriben con computadora, al parecer, desconocen lo que es escribir con pluma de ave.

Nadie queda indiferente ante su personalidad de hierro.

Es polémico, contumazmente polémico. Y ha contagiado a quien lo descubre, para bien y para mal.

Quien ataca a Las Casas, por lógica, deberá atacar la Escuela de Salamanca. a Melchor Cano, Domingo Soto, Francisco de Vitoria. A tanto no se atreven algunos.

Se podrá poner en dudas fechas, leguas de terreno, número de masacrados, defender utopías, aspirar a cargos, ser soberbio, utilizar un lenguaje duro, áspero en su personal tratamiento. ¿No queda reflejada la realidad que existía y que él describe? Porque las coincidencias con otros documentos, en los cuales se aportan similares descripciones, puede llevar a pensar de que Bartolomé de las Casas (aunque lo sea) no parece tan exagerado.

Pero no hay duda de:

Nadie ha defendido los derechos de los Nativos como él.
Nadie ha entregado toda su vida, con tanta pasión, por el Indio.
Es una pasión ardiente por la defensa de los derechos humanos.
Nadie ha defendido tanto, lo aprendió de Pedro de Córdoba, sobre la Evangelización Pacífica, sin ayuda de las armas.

Viajes y Evangelización de Fray Bartolomé de Las Casas

Bien pocos han ido y regresado (es necesario pensar en las molestias de los viajes) a España para defender «intereses» personales que no eran ni oro, ni plata, ni cargos.

Fue un auténtico profeta, y como tal, no recibido por los suyos.

Y no se contenta con denunciar, busca mil resortes (si se quiere inventando cifras astronómicas) para lograr la destrucción del pueblo nativo.

¿Le faltó, desde la perspectiva de nuestros días, tácticas, estrategias?

Le faltó tinta, le faltó tiempo (vivió 92 años) para cruzar los mares, para estar en Sto. Domingo, Cumaná, Vera Paz, Centro América, Chapas.

Fue un torbellino: querido, respetado, difamado, despreciado, amenazado de muerte. Todo por defender una realidad: la destrucción del Indio. Se quiera, o no, esa fue su auténtica verdad.

Su opción total, integra, de por vida, fue la evangelización.

Logra, con Fray Pedro de Córdoba, «leyes buenas», pero la total oposición de quienes únicamente buscaban el oro y la esclavización dieron por resultado hechos auténticamente desastrosos. No es culpa de las Casas. Con Fray Pedro de Córdoba busco mejorar las leyes.

Si Ud. quiere escribir algo de historia de América Latina, deberá citar a Fray Bartolomé de las Casas.

El Libertador, con un agradecimiento histórico propone: «La Nueva Granada se unirá con Venezuela, si llegan a convenirse en formar una república central, cuya capital sea Maracaibo, o una nueva ciudad que, con el nombre de Las Casas, en honor de este héroe de la filantropía, se funde entre los confines de ambos países, en el soberbio puerto de Bahía-honda».

Terminada la tragedia silenciosa de Cumaná, con el fracaso de la Evangelización Pacífica, impedida por los mismos intereses que se movían en la zona del Caribe, se entregan las tierras de Venezuela a los alemanes. ¿Quién levanta la voz?

Como auténtico signo no ha sido leído en toda su personalidad.

El ahínco de algunos historiadores por conseguir documentación plena puede tener su recompensa para dejarnos ver, con meridiana claridad, los logros y las aspiraciones de un hombre que sigue sin que nadie le haya podido poner punto final a su personalidad y a su gesta.

Con beneplácito de unos y las caras arrugadas de otros, está en marcha su proceso de beatificación. Presentación sobre la causa de canonización de Fray Bartolomé de Las Casas.

Nos limitamos al periodo en que el P. Las Casas entra en contacto con Venezuela, su relación con los dominicos, porque en esas fechas aún no había tomado el hábito de la Orden de Predicadores.

Como ya es nuestra costumbre, aportamos datos, copiamos opiniones, sin involucrarnos con ningún escrito. Los aportamos para que el lector pueda tomar partido.

Cuando Fray Pedro de Córdoba visita la ciudad de La Vega, fray Bartolomé acaba de celebrar su Primera Misa (1510). Aquí predica el fraile dominico a los nativos.

El mismo Las Casas lo recuerda: «Sermón alto y divino e yo lo oí, e por haberlo oido me tuve felice». Desde aquellos dias nace una amistad sincera, amplia. Bartolomé lo reconocerá como a su Maestro.

También Las Casas está presente en el famoso Sermón de Montesinos (1511). Gracias a él conocemos el contenido. Acompañará a Montesinos a España en el año 1515.

Y, en España, comienza su vida gozosa-dolorosa. Habla al Rey, lo dice él mismo: «Habló al Rey bien largo: Hízole relación del fin de su venida, que era notificarle la perdición de estas tierras y muertes violentas de las gentes naturales dellas y de las maneras como los españoles por su codicia los mataban y cómo perecían todos sin fe y sin sacramentos, y que si con la brevedad su Alteza no acudía en remedio, todas quedarían desiertas» (Historia de las Indias,II,84).

Su interacción con el Cardenal Cisneros

Por esas mismas fechas, en Madrid, entrega al Cardenal Cisneros su «Memorial latino». Se refiere a los agravios que hacen a los indios y de los remedios que propone.

La reforma que pretende Cisneros es muy amplia, compleja, extensa. La contribución de Las Casas, en lineas muy generales y con terminología actual, podemos resumir:

– Derecho a la vida del nativo. Es como la «constante» predicada por los dominicos y seguida por Fray Bartolomé. Derecho a su integridad personal. Lo repiten dominicos y franciscanos hasta la saciedad: No deben ser maltrados los nativos; temen por su integridad física.
– Derecho a poder vivir «con total sosiego y paz». Vivir como personas. Ellos, se afirma con frecuencia, son capaces de convivir. Deben tener respaldo, como cualquier otra persona.
– Reconocer que «son personas». «Estos, ¿no son hombres?»
– Derecho a ser educados. Derecho a su propia cultura. Respeto por su lengua. Por eso mismo los frailes comienzan a estudiar sus costumbres y su lenguaje, dede el principio.
– Derecho a vivir en policía, es decir, en comunidad, en pueblos; derechos a poderse reunir, poder «conversar los unos con los otros». Hoy hablaríamos del dercho a reunirse libremente.
– Reunir a los nativos en pueblos anejos a las ciudades de los españoles.
– Predicación y evangelización pacífica, sin ayuda de las armas.
– Abolición total de la «encomienda», por los malos resultdos obtenidos con ella. La encomienda iba contra la Caridad y la Justicia.
– Se menciona, expresamente, el derecho de régimen jurídico, por el cual «los indios puedan ser testigos y creídos en la causa».

Carta de frailes franciscanos y dominicos sobre Bartolomé de las Casas

27 de mayo de 1517: Los frailes franciscanos y dominicos escriben una «Carta Latina». En ella recomiendan muy sinceramente a Bartolomé de las Casas: «Cierto clérigo llamado Bartolomé de las Casas fue a España para pedir por ellos remedio y justicia y volvió con los frailes Jerónimos como procurador de los indios: ahora vuelve a vuestras Señorías con el mismo problema. Es un varón bueno y religioso y, creemos, elegido por Dios para este ministerio; por lo que queda claro que está tan encendido por el celo de la caridad y la justicia, que haya despreciado las comodidades terrenas, que se vea empujado por la voluntad de Dios, que procure y persiga la salvación temporal y espiritual de estas gentes…Es digno de fe y vuestras Señorías pueden y deben darle crédito».

El día 17 de septiembre, del mismo año 1517 conceden a Bartolomé de las Casas el título de «Procurador y defensor de los Indios», mediante una Cédula Real.

Mientras tanto, en la Isla Española, se está pasando un cuestionario para que den su parecer las autoridades y las Comunidades religiosas.

Por los Dominicos responde Fray Bernando de Sto. Domingo, en nombre de toda la Comunidad de dominicos.

Conocemos el continuo roce de Las Casas con los frailes Jerónimos. Ocurre lo mismo con los Dominicos. Fray Pedro de Córdoba lo ha escrito en sus cartas. Ha acudido a ellos en varias ocasiones para que no se vendan esclavos en Sto. Domingo. El silencio de los Jerónimos resulta, a todas luces, inaceptable.

Nuevo viaje de Las Casas a España.

Ahora se dirige, directamente, al joven monarca: «Yo soy de los más antiguos que a las Indias pasaron, y hace muchos años que estoy allá, en los cuales he visto por mis propios ojos, no leído en historias que pudieran ser mentirosas, sino palpado, porque así lo diga, con mis manos, cometer en aquellas gentes mansas y pacíficas las mayores crueldades y más inhumanas que jamás nunca en generación por hombres crueles ni bárbaros irracionales se cometieron, y éstas sin ninguna causa o razón, sino solamente por codicia, sed y hambre de oro insaciable de los nuestros…Viendo ésto, yo me moví, no porque yo fuese mejor cristiano que otro, sino por una compasión natural y lastimosa que tuve de ver padecer tan grandes agravios e injusticias a gente que nunca nos las merecieron, y así vine a estos reinos a dar noticia de ello al Rey Católico, vuestro abuelo…Trabajo, ahora, en lo mismo, y no faltan ministros del enemigo de toda virtud y bien, que, por propios intereses, mueren porque no se remedie».

Volvemos a repetirlo: Eso mismo ya han hecho franciscanos y dominicos, en sendas cartas, sermones y peticiones. Pero en la pluma de Las Casas es motivo suficiente para «la leyenda negra». Tal vez un estudio comparativo con las Cartas de los frailes, aclararía cómo Las Casas, además de «motu propio», es abanderado del pensamiento de los religiosos que están en la Española.

Fray Bartolomé en tierra venezolana

La Preocupación de Las Casas, entre 1517-1520 se centra en lo que podríamos considerar su «utopía evangélica».

Su motivación, a todas luces es de corte espiritual.

Tal vez, no todo sea evangélico. Sí tiene muchísimo de «promoción humana». Sí tiene mucha parte de «visionario». Hay mucho ímpetu. Hay muchos kilómetros de tierra en los papeles. Hay poca mano de obra para el «proyecto». Y mala mano de obra. ¿Ingenuidad? ¿Falta de datos? ¿Conocía Tierra Firme? ¿Estaba respaldado por la idea-proyecto de Fray Pedro de Córdoba? Son muchos los interrogantes que uno se puede formular al leer las siguientes Cédulas Reales. Pero, aunque fastidiosas de leer, son dignas de una lectura reposada para tener un juicio crítico, lo más objetivo.

Se trata de la época en que se «encariña» con Tierra Firme. Tal vez está acariciando el proyecto de Fray Pedro de Córdoba. Y ahora lo propone debido a los contactos que tiene en la Corte española. De todos modos, las Cédulas nos dan una visión -¿objetiva?-. Por lo menos no son las descripciones de Las Casas. Así ven el proyecto desde la Corte.

CÉDULAS. Todas son del año 1520

1° «CAPITULACIÓN» 19 de mayo. Cédula Real. 19 de mayo de 1520

Explicación completa sobre los acuerdos a que llegan el Rey y el Padre Las Casas.

2° Poderes amplios para hacer lo que se contiene en la Cédula de Capitulación. Del día 30 de julio. Cédula Real. 30 de julio de 1520.

3° Provisión de lo que van a rescatar en Tierra Firme.
30 de julio. Cédula Real. 30 de julio de 1520.

4° Otorgamiento de mercedes. 30 de julio. Cédula Real. 30 de julio de 1520.

5° Al Licenciado Figueroa sobre los indios que están en la isla Española de la costa de Paria. 20 de agosto. Cédula Real. 20 de agosto de 1520.

6° No pagar impuestos. 30 de julio. Cédula Real. 30 de julio de 1520.

7° Al Almirante Diego Colón y jueces e oficiales sobre el cumplimiento de los capítulos concertados con Bartolomé de las Casas. 30 de julio. Cédula Real. 30 de julio de 1520.

Hay unas quince más, enviadas a los Priores de las Ordenes Religiosas, a Diego de Velázquez, a los oficiales residentes en la Española, para nombrar Contador, Tesorero, tomar la sal que necesiten, etc.

Todo queda bien atado, bien medido. No puede caber ninguna duda, desde la visión de la Corte, que era un «proyecto aceptado». Y, a todas luces, factible.

Ni Bartolomé de Las Casas ni el Rey tienen noción del terreno que se le concede «para colonizar». Y menos con cincuenta labradores. Lo que para algunos es motivo de sonrisa para otros es una piedra de ataque desmesurado.

Es verad que Las Casas promete el oro y el moro, villas y castillos, una renta que hicieron abrir los ojos a los tesoreros de Carlos V.

Todo estaba previsto en la «capitulación»: Los doce religiosos, la indulgencias plenarias, el poder tomar sal, la herencia, armarlos caballeros, los sembradíos, las cosechas, el tributo, no pagar impuestos etc.

De ningún modo se le puede achacar «toda la culpa» a Las Casas. Estas cédulas reales demuestran el asentimiento, y el interés, que tiene la Corte de España en este tan traido y llevado «proyecto» de Las Casas para la tiera de Cumaná.

¿Por qué fracasó Fray Bartolomé?

Hoy nos es fácil comprenderlo. Pero «algo vieron» cuando se escriben tantas cédulas, se dan tantos permisos, tantas formalidades. La decisión de la Corte por llevar el «plan» a feliz término es evidente.

Las proporciones están totalmente desajustadas; la cantidad de «hombres honrados, saber hacer, benevolencia»,etc. no era suficiente para un empresa de tal embergadura. Claro está que para nuestros días.

Luis Berrío, con el apoyo incondicional de Fonseca, reclutó en Antequera «doscientas personas, los más taberneros y algunos rufianes y vagabundos y gente holgazana, y los menos labradores».

En la Corte, bien lo reconoce Las Casas, había intereses (hasta llegar a la muerte si era necesario) para hacer fracasar el proyecto.

En Sevilla, por septiembre de 1520, Las Casas tiene las manos atadas para reclutar los labriegos. Meten en los barcos gente indeseable, que pagan para huir. Tal vez, ésto, explica la falta de nombres de los embarcados. En la nave «S.Juan», donde embarca Las Casas van «setenta personas, labradores y hombrs de trabajo». Pero al llegar a Sanlúcar de Barrameda desaparecen veintiocho.

Las Casas deja en S. Juan a los que habían persistido con él. Pronto no logrará reunir a ninguno.

Problemas con Gonzalo de Ocampo, nada más tomar tierra en Puerto Rico. Las Casas se opone a que los barcos salgan para «castigar» a los nativos de Tierra Firme. Recordamos las muertes y destrucción e los conventos nacientes.

Con las Cédulas en las manos intenta reorganizarse en la Española. Sabe muy bien la oposición que tiene, a pesar de las Cédulas que ha hecho leerlas una y mil veces

Conoce la rebelión y matanza ocurrida en el año 1520. No obstante, llega a la costa de lo que hoy es Cumaná. Acompaña a Ocampo. ¿Qué otra posibilidad le quedaba a Las Casas si quería llevar a feliz término su «plan»?

Lo reciben los religiosos franciscanos, intentan construir un gran almacen, comienzan a levantar una fortaleza.

Ocampo regresa a Sto.Domingo.

También Las Casas.

En esos momentos ocurre el segundo desastre para la presencia de los religiosos en Tierra Firme.

Una Cédula del 11 de Marzo de 1522 nos describe una parte de lo ocurrido, lo correspondiente a los religiosos dominicos. Pero el desastre fue mayor. Cédula Real. 11 de marzo de 1522

Las Casas no regresa a tierras Venezolanas. El desastre lo ha sumido en una profunda reflexión de su actuar.

Decide pedir el hábito de los religiosos de la Orden de Predicadores en la Isla Española.

VISIÓN DE FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS

En esta reflexión que estamos haciendo sobre la presencia de Fray Bartoplomé de Las Casas en Venezuela, no podemos silenciar lo que él mismo escribe.

Le invitamos a tenerlo presente.

OBRA COMPLETA DE FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS. BIBLIOGRAFÍA.

Editada por Alianza Editorial. Constará de 15 tomos. Patrocina la Sociedad Estatal V Centenario, la Junta de Andalucía y la Fundación del «Instituto Bartolomé de las Casas» de los Dominicos de Andalucía, que han preparado toda la edición. Falta el T.15, preparado por el Dr. Alvaro Huerga.

Tomo 1.

Tomo 2: «De unico vocationis modo… «.Edición preparada por el Dr. Paulino Castañeda y Antonio García de Moral, O.P.

Tomo 3: «Historia de las Indias». Tomo I. Preparada por el Dr. Miguel Ángel Medina, el Dr. Jesús Ángel Barreda, el Dr. Isacio Pérez Fernández.

Tomo 4: «Historia de las Indias.» Tomo II. Por los mismos autores

Tomo 5: «Historia de las Indias. Tomo III. Por los mismos autores.

Tomo 6: «Apologética Historia Sumaria I». Edición de Vidal Abril Castelló, Jesús Ángel Barreda, Berta Ares Quija y J. Abril Stoffels.

Tomo 7: «Apologética Historia Sumaria. II». Por los mismos autores.

Tomo 8: «Apologética Historia Sumaria. III».,Por los mismosautores.

Tomo 9: «Apología=Contra persecutores … apologia…». Edición de Ángel Losada.

Tomo l0: «Tratados de 1552. Impresos por Las Casas en Sevilla». Edición de los PP. Ramón Hernández y Lorenzo Galmés, O.P.

Tomo 11,1: «De Thesauris … in Peru». Por Angel Losada, Martín Lasségue, O.P.

Tomo 11.2: «Doce Dudas». Edición de J.B. Lasségue, O.P.

Tomo 12: «De regia potestate» y «Guaestio theologralis». Edición de Jaime González Rodríguez , Antonio Enrique Pérez Luño para el «De regia…… Los PP. Antonio Larios Ramos O.P. y Antonio García del Moral, O.P., para la ‘ Quaestio theologalis».

Tomo 13: «Cartas y Memoriales». Edición de Paulino Castañeda, Carlos Rueda, Carmen Godínez e Inmaculada de La Corte.

Tomo 14: «Diario del primer y tercer viaje de Cristóbal Colón». Edición a cargo de Consuelo Varela.

Tomo 15.

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Salas, Alberto Mario.-El Padre Las Casas: su concepción del ser humano y el cambio cultural’. En la obra Estudíos sobre Fray Bartolomé de Las Casas. Anales de la Universidad Hispalense, Sevilla, 1974, pp.259-278

Salas, Alberto Mario.- Tres cronistas de Indias: Pedro Mártir de Anglería, Gonzalo Fernández de Ovíedo, Fray Bartolomé de Las Casas. FCE, México, 1986.

Trigo, Pedro.- Las Casas y Gustavo Gutíérrez: En busca de los pobres de Jesucrísto. En la revistal TER,11. Caracas. (1995)

Vargas, José María.- Bartolomé de Las Casas. Su personalidad hístóríca, Ed. Santo Domingo, Quito, 1974.

Zubillaga, Félix.- «Quaestio theologalis» (Un escrito índdíto del Padre Bartolomé de Las Casas). En la obra Estudíos sobre Fray Bartolomó de las Casas. Anales de la Universidad Hispalense, Sevilla, 1974, pp.279-291.

El post Fray Bartolomé de Las Casas y su relación con Venezuela se publicó primero en Camino Neocatecumenal. Noticias y cantos del Camino. Oraciones a la Virgen..

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Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos en julio

2/1/2021

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El Papa Francisco ha querido dar a los abuelos y ancianos la importancia que se merecen. En estos momentos duros de pandemia, instituye la Jornada Mundial dedicada a ellos, el cuarto domingo de julio, cada año.

Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos, en julio y otros mensajes del Papa Francisco

Así lo ha querido anunciar el Papa Francisco en el rezo del Ángelus, el pasado domingo 31 de enero.

Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos, en julio

Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos, en julio

El cuarto domingo de julio, de forma anual, se celebrará el día Mundial de los Abuelos y de los Mayores, a partir de este año 2021.

La fecha no ha sido escogida al azar, ya que es un día cercano al correspondiente a la memoria litúrgica de los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús.

Los abuelos son el eslabón entre las generaciones, para transmitir a los jóvenes experiencias de vida y de fe. Por eso he decidido instituir la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos, que se celebrará cada año el cuarto domingo de julio.

— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 31, 2021

Además, en su cuenta de twitter ha ido confirmando su apoyo, no solo a los ancianos, sino a todas las personas afectadas por el COVID-19.

La pandemia, según el Santo Padre, ha confirmado lo necesario que es proteger el derecho a la salud de las personas más vulnerables: espero que los líderes de las naciones unan esfuerzos para curar a quienes padecen la enfermedad de Hansen y por su inclusión social.

La pandemia ha confirmado lo necesario que es proteger el derecho a la salud de las personas más vulnerables: espero que los líderes de las naciones unan esfuerzos para curar a quienes padecen la enfermedad de Hansen y por su inclusión social.

— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 31, 2021

Reflexiones de Francisco sobre las lecturas de los últimos días

Francisco suele regalarnos muchas palabras profundas que nos ayudan a pensar.

Las reflexiones del Papa, nos invitan a meditar con seriedad su significado.

Así suele hacerlo respecto a las lecturas que la Iglesia nos propone cada semana.

Cuando leemos el Evangelio, dice el Papa, personalmente y con el corazón abierto, siempre nos llega un poco de su luz y poder benéfico, que ilumina, sana, consuela.

Cuando leemos el #Evangelio personalmente con el corazón abierto, siempre nos llega un poco de su luz y poder benéfico, que ilumina, sana, consuela. #EvangeliodeHoy Mc 1,21-28

— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 31, 2021

Nos recuerda también el Santo Padre que el Señor nos busca donde estamos, nos ama como somos y con paciencia acompaña nuestros pasos. Con su Palabra quiere hacernos cambiar de rumbo, para que dejemos de ir tirando y vayamos mar adentro en pos de Él.

El Señor nos busca donde estamos, nos ama como somos y con paciencia acompaña nuestros pasos. Con su Palabra quiere hacernos cambiar de rumbo, para que dejemos de ir tirando y vayamos mar adentro en pos de Él.

— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 30, 2021

Las palabras de la Sagrada Escritura no han sido escritas para permanecer prisioneras en el papel, sino para ser acogidas por una persona que reza haciéndolas germinar en su corazón (Papa Francisco).

Las palabras de la Sagrada Escritura no han sido escritas para permanecer prisioneras en el papel, sino para ser acogidas por una persona que reza haciéndolas germinar en su corazón. #Oración #PalabradeDios

— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 28, 2021

La historia de la Evangelización y el espíritu misionero

Esta semana el Papa nos ha recordado el mensaje que dedicó, el pasado día 6 de enero, a la Jornada Mundial de las Misiones 2021.

La historia de la evangelización, dijo Francisco, comienza con una búsqueda apasionada del Señor que llama y quiere entablar con cada persona, allí donde se encuentra, un diálogo de amistad (Jn 15,12-17).

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2021

«No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído» (Hch 4,20)

Queridos hermanos y hermanas:

Cuando experimentamos la fuerza del amor de Dios, cuando reconocemos su presencia de Padre en nuestra vida personal y comunitaria, no podemos dejar de anunciar y compartir lo que hemos visto y oído. La relación de Jesús con sus discípulos, su humanidad que se nos revela en el misterio de la encarnación, en su Evangelio y en su Pascua nos hacen ver hasta qué punto Dios ama nuestra humanidad y hace suyos nuestros gozos y sufrimientos, nuestros deseos y nuestras angustias (cf. Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 22). Todo en Cristo nos recuerda que el mundo en el que vivimos y su necesidad de redención no le es ajena y nos convoca también a sentirnos parte activa de esta misión: «Salgan al cruce de los caminos e inviten a todos los que encuentren» (Mt 22,9). Nadie es ajeno, nadie puede sentirse extraño o lejano a este amor de compasión.

La experiencia de los apóstoles

La historia de la evangelización comienza con una búsqueda apasionada del Señor que llama y quiere entablar con cada persona, allí donde se encuentra, un diálogo de amistad (cf. Jn 15,12-17). Los apóstoles son los primeros en dar cuenta de eso, hasta recuerdan el día y la hora en que fueron encontrados: «Era alrededor de las cuatro de la tarde» (Jn 1,39). La amistad con el Señor, verlo curar a los enfermos, comer con los pecadores, alimentar a los hambrientos, acercarse a los excluidos, tocar a los impuros, identificarse con los necesitados, invitar a las bienaventuranzas, enseñar de una manera nueva y llena de autoridad, deja una huella imborrable, capaz de suscitar el asombro, y una alegría expansiva y gratuita que no se puede contener. Como decía el profeta Jeremías, esta experiencia es el fuego ardiente de su presencia activa en nuestro corazón que nos impulsa a la misión, aunque a veces comporte sacrificios e incomprensiones (cf. 20,7-9). El amor siempre está en movimiento y nos pone en movimiento para compartir el anuncio más hermoso y esperanzador: «Hemos encontrado al Mesías» (Jn 1,41).

Con Jesús hemos visto, oído y palpado que las cosas pueden ser diferentes. Él inauguró, ya para hoy, los tiempos por venir recordándonos una característica esencial de nuestro ser humanos, tantas veces olvidada: «Hemos sido hechos para la plenitud que sólo se alcanza en el amor» (Carta enc. Fratelli tutti, 68). Tiempos nuevos que suscitan una fe capaz de impulsar iniciativas y forjar comunidades a partir de hombres y mujeres que aprenden a hacerse cargo de la fragilidad propia y la de los demás, promoviendo la fraternidad y la amistad social (cf. ibíd., 67). La comunidad eclesial muestra su belleza cada vez que recuerda con gratitud que el Señor nos amó primero (cf. 1 Jn 4,19). Esa «predilección amorosa del Señor nos sorprende, y el asombro —por su propia naturaleza— no podemos poseerlo por nosotros mismos ni imponerlo. […] Sólo así puede florecer el milagro de la gratuidad, el don gratuito de sí. Tampoco el fervor misionero puede obtenerse como consecuencia de un razonamiento o de un cálculo. Ponerse en “estado de misión” es un efecto del agradecimiento» (Mensaje a las Obras Misionales Pontificias, 21 mayo 2020).

Sin embargo, los tiempos no eran fáciles; los primeros cristianos comenzaron su vida de fe en un ambiente hostil y complicado. Historias de postergaciones y encierros se cruzaban con resistencias internas y externas que parecían contradecir y hasta negar lo que habían visto y oído; pero eso, lejos de ser una dificultad u obstáculo que los llevara a replegarse o ensimismarse, los impulsó a transformar todos los inconvenientes, contradicciones y dificultades en una oportunidad para la misión. Los límites e impedimentos se volvieron también un lugar privilegiado para ungir todo y a todos con el Espíritu del Señor. Nada ni nadie podía quedar ajeno a ese anuncio liberador.

Tenemos el testimonio vivo de todo esto en los Hechos de los Apóstoles, libro de cabecera de los discípulos misioneros. Es el libro que recoge cómo el perfume del Evangelio fue calando a su paso y suscitando la alegría que sólo el Espíritu nos puede regalar. El libro de los Hechos de los Apóstoles nos enseña a vivir las pruebas abrazándonos a Cristo, para madurar la «convicción de que Dios puede actuar en cualquier circunstancia, también en medio de aparentes fracasos» y la certeza de que «quien se ofrece y entrega a Dios por amor seguramente será fecundo» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 279).

Así también nosotros: tampoco es fácil el momento actual de nuestra historia. La situación de la pandemia evidenció y amplificó el dolor, la soledad, la pobreza y las injusticias que ya tantos padecían y puso al descubierto nuestras falsas seguridades y las fragmentaciones y polarizaciones que silenciosamente nos laceran. Los más frágiles y vulnerables experimentaron aún más su vulnerabilidad y fragilidad. Hemos experimentado el desánimo, el desencanto, el cansancio, y hasta la amargura conformista y desesperanzadora pudo apoderarse de nuestras miradas. Pero nosotros «no nos anunciamos a nosotros mismos, sino a Jesús como Cristo y Señor, pues no somos más que servidores de ustedes por causa de Jesús» (2 Co 4,5). Por eso sentimos resonar en nuestras comunidades y hogares la Palabra de vida que se hace eco en nuestros corazones y nos dice: «No está aquí: ¡ha resucitado!» (Lc 24,6); Palabra de esperanza que rompe todo determinismo y, para aquellos que se dejan tocar, regala la libertad y la audacia necesarias para ponerse de pie y buscar creativamente todas las maneras posibles de vivir la compasión, ese “sacramental” de la cercanía de Dios con nosotros que no abandona a nadie al borde del camino. En este tiempo de pandemia, ante la tentación de enmascarar y justificar la indiferencia y la apatía en nombre del sano distanciamiento social, urge la misión de la compasión capaz de hacer de la necesaria distancia un lugar de encuentro, de cuidado y de promoción. «Lo que hemos visto y oído» (Hch 4,20), la misericordia con la que hemos sido tratados, se transforma en el punto de referencia y de credibilidad que nos permite recuperar la pasión compartida por crear «una comunidad de pertenencia y solidaridad, a la cual destinar tiempo, esfuerzo y bienes» (Carta enc. Fratelli tutti, 36). Es su Palabra la que cotidianamente nos redime y nos salva de las excusas que llevan a encerrarnos en el más vil de los escepticismos: “todo da igual, nada va a cambiar”. Y frente a la pregunta: “¿para qué me voy a privar de mis seguridades, comodidades y placeres si no voy a ver ningún resultado importante?”, la respuesta permanece siempre la misma: «Jesucristo ha triunfado sobre el pecado y la muerte y está lleno de poder. Jesucristo verdaderamente vive» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 275) y nos quiere también vivos, fraternos y capaces de hospedar y compartir esta esperanza. En el contexto actual urgen misioneros de esperanza que, ungidos por el Señor, sean capaces de recordar proféticamente que nadie se salva por sí solo.

Al igual que los apóstoles y los primeros cristianos, también nosotros decimos con todas nuestras fuerzas: «No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído» (Hch 4,20). Todo lo que hemos recibido, todo lo que el Señor nos ha ido concediendo, nos lo ha regalado para que lo pongamos en juego y se lo regalemos gratuitamente a los demás. Como los apóstoles que han visto, oído y tocado la salvación de Jesús (cf. 1 Jn 1,1-4), así nosotros hoy podemos palpar la carne sufriente y gloriosa de Cristo en la historia de cada día y animarnos a compartir con todos un destino de esperanza, esa nota indiscutible que nace de sabernos acompañados por el Señor. Los cristianos no podemos reservar al Señor para nosotros mismos: la misión evangelizadora de la Iglesia expresa su implicación total y pública en la transformación del mundo y en la custodia de la creación.

Una invitación a cada uno de nosotros

El lema de la Jornada Mundial de las Misiones de este año, «No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído» (Hch 4,20), es una invitación a cada uno de nosotros a “hacernos cargo” y dar a conocer aquello que tenemos en el corazón. Esta misión es y ha sido siempre la identidad de la Iglesia: «Ella existe para evangelizar» (S. Pablo VI, Exhort. ap. Evangelii nuntiandi, 14). Nuestra vida de fe se debilita, pierde profecía y capacidad de asombro y gratitud en el aislamiento personal o encerrándose en pequeños grupos; por su propia dinámica exige una creciente apertura capaz de llegar y abrazar a todos. Los primeros cristianos, lejos de ser seducidos para recluirse en una élite, fueron atraídos por el Señor y por la vida nueva que ofrecía para ir entre las gentes y testimoniar lo que habían visto y oído: el Reino de Dios está cerca. Lo hicieron con la generosidad, la gratitud y la nobleza propias de aquellos que siembran sabiendo que otros comerán el fruto de su entrega y sacrificio. Por eso me gusta pensar que «aun los más débiles, limitados y heridos pueden ser misioneros a su manera, porque siempre hay que permitir que el bien se comunique, aunque conviva con muchas fragilidades» (Exhort. ap. postsin. Christus vivit, 239).

En la Jornada Mundial de las Misiones, que se celebra cada año el penúltimo domingo de octubre, recordamos agradecidamente a todas esas personas que, con su testimonio de vida, nos ayudan a renovar nuestro compromiso bautismal de ser apóstoles generosos y alegres del Evangelio. Recordamos especialmente a quienes fueron capaces de ponerse en camino, dejar su tierra y sus hogares para que el Evangelio pueda alcanzar sin demoras y sin miedos esos rincones de pueblos y ciudades donde tantas vidas se encuentran sedientas de bendición.

Contemplar su testimonio misionero nos anima a ser valientes y a pedir con insistencia «al dueño que envíe trabajadores para su cosecha» (Lc 10,2), porque somos conscientes de que la vocación a la misión no es algo del pasado o un recuerdo romántico de otros tiempos. Hoy, Jesús necesita corazones que sean capaces de vivir su vocación como una verdadera historia de amor, que les haga salir a las periferias del mundo y convertirse en mensajeros e instrumentos de compasión. Y es un llamado que Él nos hace a todos, aunque no de la misma manera. Recordemos que hay periferias que están cerca de nosotros, en el centro de una ciudad, o en la propia familia. También hay un aspecto de la apertura universal del amor que no es geográfico sino existencial. Siempre, pero especialmente en estos tiempos de pandemia es importante ampliar la capacidad cotidiana de ensanchar nuestros círculos, de llegar a aquellos que espontáneamente no los sentiríamos parte de “mi mundo de intereses”, aunque estén cerca nuestro (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 97). Vivir la misión es aventurarse a desarrollar los mismos sentimientos de Cristo Jesús y creer con Él que quien está a mi lado es también mi hermano y mi hermana. Que su amor de compasión despierte también nuestro corazón y nos vuelva a todos discípulos misioneros.

Que María, la primera discípula misionera, haga crecer en todos los bautizados el deseo de ser sal y luz en nuestras tierras (cf. Mt 5,13-14).

Roma, San Juan de Letrán, 6 de enero de 2021, Solemnidad de la Epifanía del Señor.

Francisco

La historia de la evangelización comienza con una búsqueda apasionada del Señor que llama y quiere entablar con cada persona, allí donde se encuentra, un diálogo de amistad (Jn 15,12-17). https://t.co/NT64ra3RZa

— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 29, 2021

La cultura y su importante valor para los cristianos

La cultura de la vida es un patrimonio que los cristianos desean compartir con todos. Cada vida humana, única e irrepetible, posee un valor inestimable. Esto hay que anunciarlo siempre de nuevo, con la valentía de la palabra y de las acciones.

La cultura de la vida es un patrimonio que los cristianos desean compartir con todos. Cada vida humana, única e irrepetible, posee un valor inestimable. Esto hay que anunciarlo siempre de nuevo, con la valentía de la palabra y de las acciones.

— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 29, 2021

El post Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos, en julio se publicó primero en Camino Neocatecumenal. Noticias y cantos del Camino. Oraciones a la Virgen..

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